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LA PICANTE ELISA: LA SALSA AMARTAJADA DE MAMA MARTHA.

Don Cheto le dice salsa amortajada, pero en mi casa la llamamos La Picante Elisa. Mama Martha te comparte aquí, este secreto tan “hot” de la familia Garza Beristain. Una salsa muy artesanal que hará las delicias de tus invitados. Porque no solo son los ingredientes, si no los pequeños trucos de nuestras mamás y abuelas los que le dan ese sabor a nuestra salsa tradicional.

Es una salsa muy especial que me prepara mi mami, doña Martha, cada vez que me quiere consentir.  Unos la conocen como salsa amartajada, así le dice Don Cheto, quien nos explica que es típica en Michoacán, donde las señoras en las rancherías la  preparaban con las manos, sin tan siquiera usar molcajete. En Zacatecas, me cuenta mama Martha, que la preparaban antiguamente con ayuda del metate.

Nosotros la hacemos con molcajete, y la llamamos La Picante Elisa, en honor a mi abuela, no a mí (después de todo, la abuela Elisa era más dinamita que yo).  Aquí te contamos el secreto familiar para que te salga más rica, y te explicamos por qué es un pecado usar la licuadora. ¡Puro molcajete!

 

Receta Salsa La Picante Elisa

Ingredientes:

  • 10 chiles serranos (asarlos bien por todos los lados hasta que queden quemaditos).
  • 3 chiles jalapeños. (bien quemaditos y bien asaditos también).
  • De 4 a 6 jitomates rojos (que no estén muy maduros, porque los vamos a poner en un sartén o comal a que se asen hasta quedar quemados. Si los eliges muy blanditos se te romperan al asarlos. Pónlos  primero a asar por el lado del rabito; eso ayudará a que se asen bien por dentro. El secreto de esta salsa es lograr quemar los jitomates parejito, por todos los lados).
  • 1 diente de ajo (no muy grande, y también quemadito en el comal).

Pasos a seguir:

  1. Poner en el molcajete primero el ajito y los chiles y triturarlos un poquito, pero que no queden en puré. Deja que se vean pedacitos y semillas todavía.
  2. Echar sal gruesa al molcajete y machacarla un poquito con el chile y el ajo.
  3. Vaciar el líquido de los jitomates que se haya caído al sartén sobre el chile y los ajos en el molcajete.
  4. Añadir ahora los jitomates en el molcajete (si tu molcajete no es muy grande, mételos de dos y mézclalos luego en otro recipiente).

Tip: No te recomiendo moler el jitomate en la licuadora, porque te quedará como un puré aguadito.

Otros secretos de esta salsa:

  1. ¡No se te ocurra pelar los chiles! Solo quítales el rabito.
  2. No pelar el jitomate, porque es precisamente la piel quemada la que le dará ese sabor tan especial a la salsa.
  3. Si te queda muy espesa, échale un chorritito de agua (no mucha).
  4. La magia está en saber quemar bien los chiles y los jitomates y en mezclarlos y machacarlos en molcajete para dejar pedacitos todavía grandes.
  5. Servir en el mismo molcajete con cuchara de madera, porque las cucharas de metal le dan acidez al jitomate.

¡Buen provecho! 

 

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