¿Qué sería nuestra vida sin ellos… los más bellos… los que jamás nos abandonan … LOS ZAPATOS?!?
Seamos honestas: Lo que más nos gusta del cuento de la Cenicienta no es el príncipe, ni el corcel blanco… son las mentadas zapatillas de cristal!.
Y todas nos preguntamos: ¿Cómo fue que la “Ceni” no se resbaló con esos tacones por tremendas escaleras del castillo y se partió la maraca, y no le sudaban las patas si eran de puro cristal?, ¿Eran Louis Vuitton o Manolo Blanick?. Lo que está claro es que con esos no pudo bailar más que puro vals (si baila zapateado los hace añicos). Y lo que también queda claro en el cuento es que “La Ceni” se los guardó en su closet para el resto de su vida. Porque unas buenas zapatillas ni se prestan ni se regalan. Tal vez el príncipe se divorcie de ti (y te corra del castillo), pero un buen par de zapatillas son para siempre, y te acompañarán allá donde tu vayas.
Así que, comadritas, aquí les presento a mis grandes amores: Mis zapatitos favoritos. ¡Y ustedes no se olviden de enviarme fotos de los suyos!