Dicen que cuando el amor sale por la puerta el dinero brinca por la ventana. O algo así. Y es que no hay duda, a juzgar por todo lo que me cuentan mis amigas divorciadas. Bueno, no todas. Pero la mayoría de los exes empiezan muy portaditos, enviando su manutención puntuales, después del divorcio, y con el paso de los meses… les comienza a doler el codo. Primero es un dolorcito suave, y envían el cheque tarde… luego ya el dolor es agudo y dejan de enviar o peor todavía, les da por las acusaciones: que si te gastas la lana en bolsas caras, que si todo lo que te doy para el chamaco te lo comes en el sushi con tus amigas las gordas… ¿pero qué se han creído? Que con $500 nos vamos a comprar una Louis Vuitton??? De veras que se les bota la canica. Y todo empeora cuando llega “la otra”… “la nueva”…. Es ahí cuando hay que prenderle una vela al Santo Codo de los Codos, porque donde manda capitán, no manda marinero… y si no, escuchen mi discurso, que viene con consejo para “la nueva”, y una canción para todos esos #ExesCodos. ¡Feliz Lunes!