De veras quieres encontrar el hombre de tu vida y que decir eso de “Y fueron felices para siempre?”. Pues olvídate de los cuentos de hadas. Aquí te digo la neta sobre esos “Príncipes Azules”.
Comadrita, nos pasamos la vida quejándonos del novio o del esposo, pero la culpa es nuestra por no saber elegir bien. Hay tanto hombre para elegir, que es nuestro problema si terminamos con el guapito de turno que luego nos va a dar mala vida.
Aquí te van cuatro verdades sobre los guapos, los feos, y esos príncipes a caballo que luego terminan paseándote en burro.
Bromas a parte: Si te dejas guiar solo por el aspecto físico a la hora de elegir esposo, ya sabes lo que te va a suceder; que él será la diva de la casa, y tú la chacha.
La vida y mis tropiezos me han enseñado que cuando llega el momento de dar el “Sí Quiero’, tienes que tener muy claro qué clase de hombre tienes en frente de ti.
Desde luego, no tienes que preguntarte como la madrastra de Blancanieves: “espejito, espejito mágico, cual es el galán más guapo?”. Mejor pregúntale al espejo del alma, ese nunca miente.