Tengo que confesar que yo no creo en estas cosas que están de moda, pero me bastó solo un paseo por mi casa con el maestro Edward’ O Haizen para entender que los lugares, como la gente, se llenan de energías que no siempre son buenas.
No se trata de brujería ni de supersticiones, que eso a mí no me va. Se trata de verdaderos campos de energía, tan reales como la ciencia misma. Nuestra vida, nuestro entorno, nuestro planeta, todo es energía. Y estarán de acuerdo que no siempre es buena, o fluye como debería de fluir.
El gran Edward’O me dio unos consejos valiosísimos de cómo eliminar esas malas energías o desatrancar energías que están atoradas y dejar que el amor y la paz fluya por nuestros hogares y seres queridos.
Esquinas, candelabros, colores, muebles.. todo importa a la hora de decorar. Y yo sin saberlo resulté toda una maestra del Don Chui… digo Feng Shui 😉